Ser joven y buscar un nuevo lugar para vivir en otra parte del globo terráqueo conlleva siempre la idea de sueños, esperanzas, agitación, exaltación, independencia, crecimiento, diversión y fortaleza; nada sencillo y nada ligero para un ser humano que se va abriendo camino ante la vida, entonces es necesario un destino que otorgue cierto apoyo y dé los elementos básicos de construcción para un éxito asistido. Ese destino tiene varios nombres y muchas formas; algunos de ellos son:
“La ciudad de la luz” es uno de los sitios perfectos para aquellas almas románticas, bohemias y artistas; mundialmente reconocida por sus circuitos o festivales de moda y diseño, esta ciudad es perfecta para vivir la intensidad y el estímulo de habitar en Europa. Cierto es que sus precios son más elevados que en muchos lugares del continente, pero vale totalmente la pena.
Imagina una ciudad con esos aires fantásticos y sombríos de la vieja Europa, justo eso es Edimburgo; una estructuración urbana que reúne arquitectura, arte y diseño en unas calles que gritan creatividad y vida juvenil, sobre todo si se anda por los barrios universitarios y se pertenece a alguna de sus escuelas maravillosas.
Uno de los puntos terrenales más agitados en el planeta; cerca de 4.1 millones de visitantes llegan cada año para gozar, por lo menos, de 10 museos con carácter internacional –pues son considerados de los más importantes en el mundo–, decenas de teatros, cines clásicos y galerías, además de una oferta laboral muy rica en varias disciplinas. ¿Te imaginas viviendo en un lugar así de mágico?
Cuando se menciona este destino canadiense, no queda más opción que pensar en civilización, educación y progreso global. Vancouver ha sido catalogada una y otra vez como la ciudad norteamericana con mayor nivel de vida y prosperidad; de hecho, sus promesas han incrementado tanto que hay iniciativas mundiales por llevar talentos internacionales a vivir en su comunidad y continuar nutriendo sus riquezas.
Sí, parece un poco más que soñador el ubicar a Dubái como una ciudad destino para el joven que quiere experimentar la vida en un lugar lejano. Pero siempre hay maneras de conseguir lo que se quiere, absolutamente nada es imposible; además, renunciar a la idea de vivir en un sitio así de cosmopolita, culturalmente diverso y apabullante es injusto para el hambre por descubrir.
Aquí hay de todo. Aparte de conexión con las universidades y escuelas del país, este punto popularmente conocido como Bahía, tiene una gastronomía única, música tan viva como los colores de sus playas, arquitectura que conjuga tiempos e historias, aguas azules y una apuesta profesional muy alta por ser un centro de comercio internacional altamente relevante.
La “capital cultural” de Australia se encuentra al nivel de Londres o Tokio en cuanto a innovación y excelencia académicas; sin mencionar, claro, que la calidad de vida es bastante placentera y sus costos relativamente bajos si se le compara con otros destinos europeos. Ésta es una ciudad diversa y se pueden hallar mil y un formas diferentes de hacer vida entre sus calles.
Una ciudad-pueblo-país que encanta con sus horizontes y oportunidades crecientes. Según algunos estudios, la población de este archipiélago es una de las más generosas en el planeta Tierra, haciendo de este lugar una gran apuesta para la prosperidad, el descubrimiento y la construcción de una vida única.
Si el planeta tuviera un ombligo o un ojo que todo lo viera, ése, definitivamente, sería Nueva York, la “capital del mundo”. Ya sea que te imagines como un integrante del sitcom “Friends” o te fascine la vida de Carrie Bradshaw, te ilusione trabajar en una de las firmas editoriales más importantes de la humanidad o ames la vida nocturna, esta ciudad es perfecta para que busques educación, trabajo y departamento. Sí, el nivel de vida aquí es caro, pero vale cada centavo invertido.
De tener que enlistar las razones para vivir en Viena cuando se es joven, la mención comenzaría por su carácter histórico y seguiría con su cultura extraordinaria, economía creciente, medio ambiente sin igual y su alto nivel de habitabilidad. La oferta escolar y laboral siempre es prometedora y los gastos no son tan elevados; quizá Viena se convierta en los años por venir en esa joya que todos hubiéramos querido observar con más detenimiento antes.
TOMADO DE: http://culturacolectiva.com/
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